Guest User
November 13, 2023
Es un hotel pequeño. silencioso, casero, y por fin, uno con camas blandas. Hay gente que tenemos problemas de espalda y no podemos dormir en las camas duras de los hoteles normales. Me alegro de no haber tenido que usar por una vez mi sobrecolchón, me ha ahorrado tiempo. Trato fenomenal, sobre todo por parte de la atenta señora de la cafeteria del desayuno, que esta incluido y disponible de 9 a 11, quien se preocupó en todo momento de que nos sintiésemos bien (¡y de que nos alimentásemos bien durante el desayuno!). Con productos caseros, nada de bolleria industrial, incluso los zumos eran de una conocida y buena marca en tarro de cristal, todo muy cuidado. Y nada masificado. Otro punto a favor es que todos los productos estaban envasados. e incluso los utensilios, lo cual es algo muy valioso, por la higiene. Tiene parking (10€), pero tuvimos suerte que había una plaza en la calle delante del hotel. Hay que llamarles para avisar la hora de llegada; la recepción esta abierta solo hasta las 21h.
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