Guest User
October 22, 2022
El hotel es en realidad una casa vieja en un estado deplorable, con suciedad y humedad por todas partes y los dueños (cuando aparecen) solo muestran dejadez e indiferencia hacia sus clientes. Al llegar nos dijeron que había un problema: la puerta de la habitación no podía cerrarse, pero lo arreglarían al día siguiente; en realidad no lo arreglaron en los cuatro días que estuvimos, así que la puerta de la habitación estuvo abierta día y noche durante todo ese tiempo. Al subir a la habitación y abrir la puerta, sorpresa: lo que tienes frente a la entrada es el inodoro. Desde el descansillo de la escalera entras al minúsculo baño, y a través de este a la habitación. La situación parece esperpéntica, pero es la realidad; para entrar o salir de la habitación hay que asegurarse antes de que no hay nadie en el baño. Hay una puerta de separación entre el baño y la zona de la cama, pero está tan húmeda y podrida que no es posible cerrarla, así que los ruidos y olores pasan libremente de una zona a otra. En resumen, mientras estabas en el baño ni podías cerrar la puerta de entrada desde el exterior ni tampoco la que lo separa de la zona de la cama. Era como estar acompañado en el baño. El baño no tiene ventilación, las paredes bufan de humedad y la ducha presentaba zonas con moho y hongos. Al dueño o encargado no volvimos a verlo en los cuatro días, nunca hay nadie en la recepción. Al llegar después de pasar el día fuera descubrimos que el servicio de habitación es inexistente. Nadie entró en la habitación en cuatro días, no hacen la cama, no limpian la habitación ni el baño, no cambian las toallas ni reponen los dos botecitos de champoo que encuentras al llegar. El papel higiénico está amontonado encima de un radiador en la recepción para que cada uno se vaya sirviendo. Increíble pero cierto. Si tratas de ignorar todo ese desastre y dormir, lo siento; la vía de tren queda justo detrás del hotel, así que oirás pasar todos y cada uno de los trenes. Además, en los días que estuvimos había un altavoz en la recepción con música de piano… hasta la 1 o 2 de mañana. Y despertarás a primera hora porque la cortina es un trapo que no tapa la luz que entra al amanecer. Hay un par de perros que andan sueltos por el interior del hotel dejando un olor desagradable añadido a la suciedad general. La cama es enorme… en una habitación pequeña, así que prácticamente no queda sitio para estar en pie y todo tienes que hacerlo subido en la cama. Para colocar tus cosas sólo tienes un perchero vertical, el resto de equipaje sólo puedes dejarlo… encima de la cama. En resumen, la peor experiencia que hemos vivido. No se entiende cómo han conseguido la licencia. No lo recomendaríamos ni a nuestro mayor enemigo.
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