Hotel Reimar

la sig Elsa al telefono mi ha dato tutte le istruzioni per arrivare ed entrare in hotel essendo stata un' ora tarda, gentilissima e carina l'Hotel praticamente quasi sulla spiaggia , comodissimo, dalla camera si sente il rumore del mare, una meraviglia. letto comodo e grande, bagno con doccia grande. Colazione nella norma, un po poca varietà per un 3 stelle, gli stessi prodotti sempre, mai una torta da colazione. Poco simpatico il ragazzo in sala colazione che si occupa di chiederti il numero della camera appena entri . Consiglio un po di pulizia in più sopratutto nelle parti comuni. i vetri molto sporchi..pavimenti. L'ultima notte avevamo l aggiunta del 3 letto per il nostro bambino che ci ha raggiunti, la camera non è stata pulita e il letto non era preparato. Ho contattato subito Elsa che mi ha mandato una governante, ha preparato il letto al ragazzo ma nessuno ha pulito la camera e cosi neppure il bagno. Credevo di ricevere delle scuse.. non ho sentito nessuno il mattino dopo alla nostra partenza mi hanno chieso il supplemento della colazione del bimbo. Per carità giustissimo ma dopo quell' errore io avrei evitato assolutamente Alla reception poco empatici piuttosto freddi non una parola cordiale di convenienza, insomma sembra solamente che sano li per prendere dei soldi ma che sostanzialmente di te non interessi anessuno. mi aspettavo un modo di fare diverso sinceramente, peccato se un po piu seguito e curato e con un altro approccio l'hotel sarebbe davvero il top!!!!!!!

Muy buena estancia,la habitación está totalmente renovada, el personal de recepción muy amable, el restaurante muy bueno. En fin un fin de semana estupendo, la zona está muy bien para pasear y el camino de ronda muy recomendable, en estas fechas poca gente.

La cena de fin de año fué un timo,un fiasco, una tomadura de pelo. La calidad era buena pero fria, mal servida, El espacio super reducido Cotillón inexistente Música pesada. Por el precio que pagamos fué todo un robo. Los platos nos los pasabamos nosotros mismos, no habia espacio para el sevicio. TOTAL UN ROBO Y UNA VERGUENZA.

Hotel muy bien situado, acogedor, familiar y cómodo. Personal eficients y agradable. El restaurante Valentina maribilloso. Muy buena la relación validar precio. El Chef cocina con cariño los platós. En ellos se saborea lo mejor de cada components.

Hablé con el hotel 2 veces antes de reservar, para asegurarme. Tanto verbalmente como por escrito pedí una habitación con vistas al mar (más cara) y sin ruidos. Al llegar encontré que la playa estaba cerrada por obras. No me avisaron. Según la web, teníamos derecho a usar la piscina de la planta superior (reservada para ciertas habitaciones). También estaba cerrada, tampoco avisaron. El aire acondicionado es central, no lo puedes poner o quitar cuando tengas calor o frío, sino cuando el hotel lo decida, igual para todo el mundo. A las 10 a.m. empezaron a limpiar la piscina de planta baja con una karcher muy ruidosa, justo debajo de mi ventana. Había pedido una habitación sin ruidos. Bajé a quejarme, la "señorita" de recepción me dijo que fuera yo a hablar con los de mantenimiento, que eso no era de su competencia (pero en el hotel no había ningún otro responsable). Se dirigió a mí con malos modos, levantando la voz y llegando a insultarme. Pedí hablar con el director pero allí no estaba el director. Pude hablar telefónicamente con èl, que se disculpó (pero la mujer que me insultó, no). Puede haber un fallo o dos, pero que, ademàs, el personal sea incompetente, desequilibrado y faltón es inadmisible y demuestra mala organización. Por lo demas, la piscina de planta baja es pequeña y poco apetecible (no la pisamos). No hay ninguna zona común donde puedas, p.ej. sentarte a leer. Es un conjunto de habitaciones donde pasar la noche, levantarte temprano e irte a la playa. Si está abierta. Si tu plan es pasar un finde tranquilo y relajado, este no es el hotel adecuado. Desde luego, no volveremos.