Rancho Viejo

Mi opinión es respecto del área de camping! La naturaleza que observas es fabulosa! Tienes unas vistas impactantes! El personal es atento y cuando llegas a la recepción te piden que sigas a una motocicleta hasta un "estacionamiento" pero vas sobre una calle de terracería y llega el momento en que los autos se derrapan, hay demasiadas piedras y tierra! Definitivamente un auto pequeño no va a subir! Bajas de tu auto (si es que llegó al estacionamiento) y ahora sigue una ligera caminata de unos 250 metros. Cuando llegas al área de acampar, se pueden ver vacas y caballos pastando, desafortunadamente hay popó de esos animales por toda el área. Es imposible hacer alguna actividad con tanta popó en el pasto. Por último, los baños! Son 3 pequeños cubículos de madera, pero estan tan sucios que no dan ganas de entrar ahí y sientes la necesidad de buscar un arbolito discreto! Creo que el costo es excesivo para lo que se ofrece! Un poquito de inversión en el acondicionamiento de la subida del estacionamiento, limpieza de los baños y un área libre de popó de animalitos, le caería muy bien! Saludos!

En general la experiencia en el hotel y restaurante es fantástica, gente amable, precios accesibles, muy ameno. La pesadilla comienza con la actitud de starter de golf, se muestra mal encarado e incluso grosero. El campo de golf es bonito pero tienen un desorden en las salidas (esperas hasta 15 minutos y te ves obligado a saltar hoyos para no entorpecer el flujo del campo) y el mantenimiento regular, los greenes tienen plaga, los fairways mal recortados, banderas solo con el asta (hoyo 9) que dificultan mucho su identificación. Si el starter o green keeper se concentrara en mejorar el mantenimiento en lugar de estar fastidiando a los huéspedes, mejoraría mucho el campo. La mala experiencia se debe a que a pesar de ser un complejo pet friendly, el starter se dedico a hostigar a mi esposa quien estuvo acompañada por nuestros perritos en las instalaciones, haciéndola pasar un momento desagradable mientras yo jugaba golf. Para acabar, cuando salimos a caminar en la tarde por la orilla del rough con los perros, esta persona se acercó de forma grosera a encararme e incluso insultarme, diciendo que no conocía las reglas del golf (llevo +10 años jugando handicap 7) y nos saco del campo. Cabe aclarar que en ese momento había una persona en medio fairway haciendo yoga y otra pareja caminando en otro hoyo (no jugadores)