Guest User
January 20, 2025
Hotel con encanto, decorado con mucho gusto y detalle, situado en las afueras de Camariñas , en plena naturaleza. Cama confortable. Al baño solo le falta un bidé. El silencio en todo el recinto es sepulcral. El desayuno contiene lo esencial, huevos, jamón cocido, queso, bacon, bollería, mermeladas, filloas, fruta, etc. El café excelente. El trato de Alberto (según me han comentado en el pueblo, es el hijo del fundador del hotel), es muy amable y afable. Es un lugar totalmente recomendable. Está lejos del pueblo, por lo que puede suponer un hándicap para algunas personas.
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