Alda Casco Antiguo

Todo muy agradable!

Conozco este hotel desde hace años, cada vez que tengo que ir por gestiones me alojó en el. Céntrico para gestiones en León. Tranquilo para el descanso. Un defecto el autoservicio y la falta de más luz en las habitaciones. Buena relación calidad precio y tranquilo

Buen hotel en casco antiguo de Leon, con un servicio de atencion muy profesional, y muy diligente en resolucion, centrico al lado de la Catedral, ubicacion magnifica, habitaciones correctas y limpias, con una relacion calidad-precio buena.

Bien situado justo en un lateral del la catedral a 2 minutos, habitación cómoda y limpia la nuestra aguardillada muy bonita. el personal muy amable y atentos los dos días del fin de semana era una mujer muy atenta y agradable ya que tiene que estar en la recepción y en el comedor pendiente de que no falte nada, teníamos incluido el desayuno, sencillo pero no faltaba de nada dulce y salado, zumo etc, tienen un comedor zona común con nevera que puedes utilizar sin problema durante el día con maquina de venta. Muy recomendable para visitar León. Lo único negativo no tener un servicio aseo en la zona común o recepción le resta un punto.

Viajo por trabajo a León asiduamente y paso una media de 80 noches al año en hoteles de esta ciudad. Esta semana, mis hoteles habituales no tenían disponibilidad porque había varios eventos en la ciudad (y también porque mi viaje fue inesperado y no reservé con tiempo). A través de agencia, lo único que había libre en León era este ¿hotel?, al módico precio de 110€ la noche en habitación doble ¿premium?. Está en zona semi peatonal, muy céntrico y al 2 minutos andando de la catedral. Muy buena ubicación. El inconveniente es que no cuenta con parking. Hay aparcamiento (zona azul) a unos 5 minutos andando del hotel, y no siempre hay plazas. Esto es un inconveniente para alguien que venga por trabajo, pero no creo que sea ningún problema para alguien que venga de turismo. El hotel, que, en mi opinión no pasa de pensión de una estrella, es un edificio antiguo y sin acondicionar desde los años 70, calculo yo. Zonas comunes inexistentes, recepción solamente por la mañana (a partir de la tarde ya es una recepción “virtual”) y muy, muy mal aislado acústicamente, tanto del exterior como entre las habitaciones. (Escuchaba perfectamente la tv, las conversaciones, la cisterna de la habitación de al lado, y alguna cosa más que me reservo…) La habitación (doble premium con terraza ponía en la reserva) es claustrofóbica (extremadamente pequeña; solo cabe una mesilla, y entre los pies de la cama y la pared hay menos de un metro) con mobiliario de los años 70 y con nula decoración: nada acogedora. El baño en línea: es más cómodo el baño de una autocaravana que el de esta habitación. La ducha: nada de presión, y agua o caliente caliente o fría, no había manera de regular la temperatura. Toallas con más desgaste que el volante de un taxi. El detalle de una tele de 17 pulgadas colgada a la altura del techo estaría bien si se pudiera ver, cosa que no conseguí en los 3 días que estuve, ya que no recibía la señal. El cuarto de baño estaba sucio; había pelos en la ducha, suelo y lavabo (y no eran míos, lo aseguro) En resumen: carísimo, habitación minúscula (para dos personas rozaría lo claustrofóbico) cutre, sucio y ruidoso. NO REPETIRÉ.